Serena Fortin

MADERA

Rovigo, Italia
-Jerez de la Frontera

La obra actual de Serena Fortin (Rovigo, Italia) reúne el concepto y la forma, la naturaleza y la línea, la sensualidad y la geometría. Todo empezó con esa obsesión infantil por las manualidades que alimentaron su madre y abuela, y continuó, seguro, con los estudios en el Instituto de Arte de la Madera y de restauración del Mueble Antiguo en Anghiari (Toscana) o su formación posterior en diseño de interiores. Pero la obra de Serena Fortin se ha ido forjando de manera paralela a base de experiencias, sensaciones, que emanan de la naturaleza y sus formas, de un sentido estético de la mirada y el tacto.

Ya sea en su obra escultórica o de joyería, la madera -las maderas- tienen un protagonismo central, y eso ocurre porque ningún otro material podría reunir seguramente todo aquello que Serena Fortin trata de expresar. La madera es vida, naturaleza, tierra, y en ella encuentra Serena el material soñado -físico y simbólico- para darse expresión artística.

«Mi obra quiere suavizar las aristas de la vida. Busco siempre obtener armonía en las formas a través de líneas suaves y pulcras, y, al mismo tiempo, anhelo un acabado especialmente liso y sedoso, que acariciándolo deje fluir libremente la sensación del momento».

Ese fluido equilibrio es precisamente lo que sentimos cuando contemplamos o tocamos las piezas de Serena Fortin, en las que las formas orgánicas de la naturaleza encuentran expresión a través de líneas, volúmenes y texturas, como si tocáramos con los ojos o viéramos con las manos. Piezas que evocan el bello proceder de la naturaleza, formas que transmiten la armonía latente de las cosas.

Dice Serena Fortin que Cádiz es fuente constante de inspiración para ella: «las líneas curvas de las dulces colinas del campo de Jerez, las dunas de arena de las playas de Cádiz, el vuelo de las aves…». Ojalá nuestra tierra siga inspirando por muchos años el arte sereno de Serena Fortin.

Facebook
Twitter
LinkedIn
Pinterest